NUÑO.— Modestia aparte. Sabes latín, un poco de cocina, e igual puedes dorar una lubina que discutir de ciencias y aún de arte. Tu dote es colosal, cual mi fortuna, y es tan alta tu cuna, es nuestra estirpe de tan alta rama, que esto grabé en mi torre de Porcuna: «La cuna de los Manso de Jarama, a fuerza de ser alta cual ninguna, más que una cuna dijérase que es cama.»